domingo, 11 de octubre de 2009

DE GRAU Y CUETO

130 años de la derrota de Angamos, que no creo merezcan ser celebrados con un feriado, no pongo en duda la caballerosidad de Grau que hasta los mismísimos Chilenos que nos odian tanto la reconocen, pero personalmente creo que no hay nada que celebrar, pues el combate se perdió, capturaron el Huascar , y a Grau lo recogieron en cucharita. Era el inicio de una debacle que era anunciada desde el inicio de una guerra a la que no estábamos invitados, pero desde ya o desde siempre los peruanos somos deliciosamente peculiares.
Si el 10 le ganamos o tan solo le empatamos a la Argentina vamos a celebrar en Miraflores como España celebró en Cibeles su Eurocopa, la diferencia, para que repetirla, ya el mocoso faltoso pero realista del “Kun” Agüero nos recordó que no jugamos a nada, ya estamos eliminados desde antes que se inicie la segunda ronda eliminatoria, para ser mas honestos desde antes que se inicie la eliminatoria.
Nos alucinamos verdugos de los Argentinos, y no le sacamos un resultado importante allá desde 1985 (si es que fue importante porque al final no sirvió de nada), ¿puede un enano desahuciado que no le hace ni cosquillas en 24 años ser capaz de cortarle los pies a un gigante ególatra levemente herido?

Tampoco me parece coherente celebrar las delirantes aventuras de un viejito negligente que mandó a la boca del lobo a un montón de gente que podría haber hecho algo mejor que morir “quemando el último cartucho” sabiéndose de antemano derrotados, ¿porque este simpático anciano no se esperó a la navidad que en 6 meses le venía y quemaba todos los cartuchos que quería, con los nietos en el patio de su casa? ¿también tenemos que celebrar el 7 de Junio otra derrota mas, en la que nos hacen creer que un avalentonado joven oficial se arrojó del morro antes de permitir que el Pabellón Nacional caiga en manos del enemigo, ¿un caballo va a pasar por alto su instinto básico de conservación y se va a arrojar para darle gusto a su jinete valorando lo que para el no es un mas que un trapo que lleva en el lomo y que muy probablemente no sabía que estaba ahí, o que es peor, que no lo haya dejado ver y que este haya sido el culpable de la sacada de madre de los dos.

Estamos acostumbrados a que nos cuenten las hazañas de Berlín 36 y del 39 cuando ganamos la Copa América en la que no participaron ni Brasil ni Argentina o la del 75 que pocos saben que accedimos a la final luego de un SORTEO, con Brasil. Nunca fuimos una potencia en el fútbol, alguna vez jugamos bonito pero nunca fuimos eficaces, nunca ganamos nada importante, nos contentamos con poco y ese poco es bastante para nosotros.

Nunca fuimos un País que supo hacer prevalecer su hegemonía territorial, a cuanta guerra nos hemos metido mal librada hemos salido de ella.

Sin embargo ahí estamos celebrando las derrotas como triunfos y postergando los triunfos (que tenemos muchos) para humanidad ya no exista, o en su defecto, la palabra celebración sea un arcaísmo como palabra y como hecho, porque ¿no nos dicen que el agua se termina en 30 o 40 años?.
Lo que tal vez podríamos hacer ahora como es decretar feriado el día que agarraron a Abimael Guzmán, el día que Julio Granda fue campeón mundial en México, el día de la Batalla de Ayacucho que fue el verdadero día de la Independencia y la única vez que ganamos una guerra con ayuda de casi toda América del Sur, pero en fin la ganamos, porque después de eso, creo que si nos metíamos a pelear con Surinam ahorita en Loreto cuando menos se hablaría neerlandés.
El día en que La Maju fue Miss Mundo, que Horna se llevó el Roland Garrós en dobles o cuando la odiosa pero eficaz Sofi nos llevó a la cima, el día del Pisco, del Cebiche, de la comida peruana en general, verdaderos orgullos, el día que Andrea Montenegro se calateó para Interviú y Kina le sacó la mugre a la mujer barbuda

Hubo un comercial que decía algo así como que los peruanos tenemos mucho que celebrar y tienen razón pero celebremos lo que realmente se tiene que celebrar

Salud, y dos mas

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